La importancia de APRA como institución creada para "Propender por todos los medios legales a la difusión del deporte automovilistico en todo el territorio de la Republica Argentina" (art. 2 inc. a., del Estatuto Social) quedó asentada entre el 19 y el 23 de agosto cuando la transmisión de las "84 Horas de Nürburgring" por una única emisora, Radio El Mundo.
Aquella carrera de resistencia para vehiculos de producción que había nacido como el Rally Lieja-Sofia-Lieja y que las restricciones de la legislatura belga de tránsito fueron confinando el famoso circuito alemán, vio correr por primera vez, en su edición de 1969, a tres automoviles Torino de fabricación nacional.
Aquella carrera de resistencia para vehiculos de producción que había nacido como el Rally Lieja-Sofia-Lieja y que las restricciones de la legislatura belga de tránsito fueron confinando el famoso circuito alemán, vio correr por primera vez, en su edición de 1969, a tres automoviles Torino de fabricación nacional.
La participación de estos vehiculos construidos en la planta de Santa Isabel, en Córdoba; fue bautizada con el nombre de "Misión Argentina".
El reglamento de la prueba lo había conseguido el periodista Roberto Carozzo, quien en febrero de 1968 había asistido a los ensayos privados de un Torino (conducido por Hector Luis Gradassi y navegado por Oreste Berta) sobre algunos tramos cronometrados del Rally de Montecarlo con resultados no muy satisfactorios. El reglamento había sido enviado a Buenos Aires, a pedido de Carozzo, por el navegante Luicien Bianchi, del equipo oficial Citröen, cuyos pilotos habian hechos buenas migas con el grupo de argentinos que días antes de que llegase el famoso rally al principado habían hecho sus evaluaciones.
Entregado el reglamento a Carlos Lobbosco gerente de competición de IKA Renault, este comenzo a circular y cristalizó en los deseos de Juan Manuel Fangio y Oreste Berta, quienes alguna oportunidad habían girado en Nurburgring con un Torino que la fabrica había enviado a Europa para que el "quintuple" lo utilizase en sus frecuentes viajes, para sus desplazamientos.
A principios del mes de julio, cuando ya la "Misíon Argentina" era un hecho, estando Isidro Gonzalez Longhi, Alberto Hugo Cando y Eduardo Pérez Trigás cruzando las Plaza de Mayo, a la salida de una reunión, cambiando opiniones sobre cómo se podría cubrir ese evento, Gonzalez Longhi los detuvo con un gesto: "El "NO" lo tenemos ganado, pero, ¿porqué no vamos a interesar al gobierno para la transmisión de la carrera?". Los tres sabían que había elementos contundentes; se trataba de un vehículo de fabricación nacional, era el país el que salía a competir con un producto de su industria, los coches iban a estar a cargo de los mejores pilotos argentinos de aquellos años, algunos de ellos cedidos por otra fabricas rivales de IKA Renault en el Turismo Carretera.
Los tres cruzaron la plaza hacía Balcarce 50, pasaron entre Los Granaderos de guardia y preguntaron por el secretario de la Presidencia, el general Héctor Repetto, quien era suegro del corredor Oscar Piersanti.
Este los atendió, se interesó y logró contactos en el gobierno. APRA comenzaba a ser escuchada. Habiendo confirmado Juan Manuel Fangio, director general de la "Misión Argentina", que los derechos de transmisión habían sido comprados por el señor Héctor Méndez, comenzaron las entrevistas. El Coronel Luis Máximo Prémoli, de la Secretaria de Estado de Difusión y Turismo, una vez al corriente de las circunstancias, derivó el tema al coronel Víctor Salas, administrador general de Emisoras Comerciales. Este convocó a una reunión en la que también estuvo presente el gerente comercial de Radio Centro, señor Rodriguez.
En vista de la Resolución de APRA del 19 de junio de 1968, en la que se establecía que "desconocerá toda manifestación deportiva automovilistica en la que clubes, entidades y/u organizaciones pretendan cobrar derechos de transmisión o venda la exclusividad a alguna emisora o empresa nacional o extranjera", el periodismo radial especializado daría la espalda al acontecimiento, de no encontrarse solución al tema del pago de derechos.
Esta comenzó a delinearse cuando un telex -con firma de Juan Manuel Fangio- dirigido al Royal Motor Union, organizador de las 84 Horas de Nurburgring, solicitó la reserva de derechos con exclusividad para el gobierno argentino.
De este modo se reconocia la autoridad de APRA como institución que nuclea al periodismo radial especializado.
Confirmada desde Lieja la exclusividad de la transmisión al gobierno argentino, se le otorgo a APRA el derecho a designar un equipo reducido de periodistas en el que figurase por lo menos un representante de cada organización, preferentemente las cabezas, por ser muy útil a los efectos de la promoción y la venta de los espacios publicitarios, según había insinuado el coronel Prémoli.
El equipo escogido fue la representación cabal del periodismo radial especializado de la
época, estando presentes las organizaciones "Carburando", "Vertigo", "Emocion en las Rutas", "D´Agostino Deportes", "Motor y Camino", "Impactos Deportivos", "Automovilismo en Orbita" y todas la organizaciones en las que desarrollaban su labor periodistas radiales afiliados a APRA.
En los tres días y medio que duró la competencia, desde aquel martes 19 de agosto a la una de la mañana, Argentina estuvo conectada con Alemania, a traves de Radio el Mundo, casi de manera permanente.
Los "tuercas" argentinos vivieron, minuto a minuto, las aventuras de Rubén Luis Di Plama, Cacho Fangio y Carmelo Galbato (luego reemplazado por Gastón Perkins) a bordo del Torino Nº1, de Gastón Perkins, Eduardo Rodriguez Canedo y Jorge Cupeiro en el Nº2 y de Eduardo Copello, Oscar Mauricio "Cacho" Franco y Alberto Rodriguez Larreta en el Nº3.
Este último fue el único Torino que llegó a la meta, en un meritorio 4º puesto final, luego de haber sido el auto que más giros dio en carrera. Nada menos que 334 vueltas, ventaja que debió resignar a la hora de los computos por las 19 vueltas de penaización con que el reglamento recargaba las reparaciones en boxes con ayuda de mecánicos.
Con apenas dos años de vida, APRA había demostrado que tenía señalado un destino de grandeza; el de haber acompañado la "Misión Argentina" a Nurburgring, que no fue otra cosa que salir a mostrar al mundo el Torino, bautizado como "el auto argentino" y dar a conocer lo que la industria automotriz nacional de aquellos años podía llegar a concretar.
El reglamento de la prueba lo había conseguido el periodista Roberto Carozzo, quien en febrero de 1968 había asistido a los ensayos privados de un Torino (conducido por Hector Luis Gradassi y navegado por Oreste Berta) sobre algunos tramos cronometrados del Rally de Montecarlo con resultados no muy satisfactorios. El reglamento había sido enviado a Buenos Aires, a pedido de Carozzo, por el navegante Luicien Bianchi, del equipo oficial Citröen, cuyos pilotos habian hechos buenas migas con el grupo de argentinos que días antes de que llegase el famoso rally al principado habían hecho sus evaluaciones.
Entregado el reglamento a Carlos Lobbosco gerente de competición de IKA Renault, este comenzo a circular y cristalizó en los deseos de Juan Manuel Fangio y Oreste Berta, quienes alguna oportunidad habían girado en Nurburgring con un Torino que la fabrica había enviado a Europa para que el "quintuple" lo utilizase en sus frecuentes viajes, para sus desplazamientos.
A principios del mes de julio, cuando ya la "Misíon Argentina" era un hecho, estando Isidro Gonzalez Longhi, Alberto Hugo Cando y Eduardo Pérez Trigás cruzando las Plaza de Mayo, a la salida de una reunión, cambiando opiniones sobre cómo se podría cubrir ese evento, Gonzalez Longhi los detuvo con un gesto: "El "NO" lo tenemos ganado, pero, ¿porqué no vamos a interesar al gobierno para la transmisión de la carrera?". Los tres sabían que había elementos contundentes; se trataba de un vehículo de fabricación nacional, era el país el que salía a competir con un producto de su industria, los coches iban a estar a cargo de los mejores pilotos argentinos de aquellos años, algunos de ellos cedidos por otra fabricas rivales de IKA Renault en el Turismo Carretera.
Los tres cruzaron la plaza hacía Balcarce 50, pasaron entre Los Granaderos de guardia y preguntaron por el secretario de la Presidencia, el general Héctor Repetto, quien era suegro del corredor Oscar Piersanti.
Este los atendió, se interesó y logró contactos en el gobierno. APRA comenzaba a ser escuchada. Habiendo confirmado Juan Manuel Fangio, director general de la "Misión Argentina", que los derechos de transmisión habían sido comprados por el señor Héctor Méndez, comenzaron las entrevistas. El Coronel Luis Máximo Prémoli, de la Secretaria de Estado de Difusión y Turismo, una vez al corriente de las circunstancias, derivó el tema al coronel Víctor Salas, administrador general de Emisoras Comerciales. Este convocó a una reunión en la que también estuvo presente el gerente comercial de Radio Centro, señor Rodriguez.
En vista de la Resolución de APRA del 19 de junio de 1968, en la que se establecía que "desconocerá toda manifestación deportiva automovilistica en la que clubes, entidades y/u organizaciones pretendan cobrar derechos de transmisión o venda la exclusividad a alguna emisora o empresa nacional o extranjera", el periodismo radial especializado daría la espalda al acontecimiento, de no encontrarse solución al tema del pago de derechos.
Esta comenzó a delinearse cuando un telex -con firma de Juan Manuel Fangio- dirigido al Royal Motor Union, organizador de las 84 Horas de Nurburgring, solicitó la reserva de derechos con exclusividad para el gobierno argentino.
De este modo se reconocia la autoridad de APRA como institución que nuclea al periodismo radial especializado.
Confirmada desde Lieja la exclusividad de la transmisión al gobierno argentino, se le otorgo a APRA el derecho a designar un equipo reducido de periodistas en el que figurase por lo menos un representante de cada organización, preferentemente las cabezas, por ser muy útil a los efectos de la promoción y la venta de los espacios publicitarios, según había insinuado el coronel Prémoli.
En los tres días y medio que duró la competencia, desde aquel martes 19 de agosto a la una de la mañana, Argentina estuvo conectada con Alemania, a traves de Radio el Mundo, casi de manera permanente.
Los "tuercas" argentinos vivieron, minuto a minuto, las aventuras de Rubén Luis Di Plama, Cacho Fangio y Carmelo Galbato (luego reemplazado por Gastón Perkins) a bordo del Torino Nº1, de Gastón Perkins, Eduardo Rodriguez Canedo y Jorge Cupeiro en el Nº2 y de Eduardo Copello, Oscar Mauricio "Cacho" Franco y Alberto Rodriguez Larreta en el Nº3.
Este último fue el único Torino que llegó a la meta, en un meritorio 4º puesto final, luego de haber sido el auto que más giros dio en carrera. Nada menos que 334 vueltas, ventaja que debió resignar a la hora de los computos por las 19 vueltas de penaización con que el reglamento recargaba las reparaciones en boxes con ayuda de mecánicos.
Con apenas dos años de vida, APRA había demostrado que tenía señalado un destino de grandeza; el de haber acompañado la "Misión Argentina" a Nurburgring, que no fue otra cosa que salir a mostrar al mundo el Torino, bautizado como "el auto argentino" y dar a conocer lo que la industria automotriz nacional de aquellos años podía llegar a concretar.
Izq a der:: Eduardo Emilio D´Agostino, Eduardo Pérez Trigas, Juan Manuel Fangio. Isidro Gonzalez Longhi, en plena transmisión de la Misión Argentina
por Radio El Mundo
El Torino Nº3 encabeza la caravana desde Lieja rumbo a Nurburgring donde comenzaran las 84 Hs.
Afiche Oficial de las 84 Hs. de Núrburgring 1969
Circuito de Núrburgring utilizado para las 84 Hs.
Torino Nº3 piloteado por Eduardo Copello, Larry, Mauricio Franco
El ganador de las 84 Hs. de Nüburgring edición 1969 Lancia 1584 cc. Squadra Corse Lancia cuya tripulación la integraban Kallstrom-Barbasio-Fall
El Torino Nº 3 Argentino, en plena persecución del BMW 1573 cc, cuya tripulación la integraban Sertic-Etchardus-RoussellyCircuito de Núrburgring utilizado para las 84 Hs.
Torino Nº3 piloteado por Eduardo Copello, Larry, Mauricio Franco
El ganador de las 84 Hs. de Nüburgring edición 1969 Lancia 1584 cc. Squadra Corse Lancia cuya tripulación la integraban Kallstrom-Barbasio-Fall
Eduardo Rodriguez Canedo, Eduardo Copello, Luis Ruben Di Palma, Rodriguez Larreta, todos pilotos de la Misión Argentina, junto al quintuple Juan Manuel Fangio